Cuatro
años más tarde, volvió a hacer su aparición, Sir Ken Robinson, con una imagen
muy similar, como si no hubiese pasado el tiempo por él. Comenzó la charla bromeando sobre su éxito en 2006.
Todo
muy parecido, salvo una cosa, el público ya le conocía, esperaba algo nuevo,
pero que mantuviera la esencia, esperaban algo grande de él. No decepcionará,
15 minutos más tarde, solo se escucharian aplausos.
En la
anterior entrada del blog, no profundizamos en su técnica de comunicación, esta
es fascinante, recibes justo lo que él quiere darte. Lo primero que hace
es situarte en el contexto de hace 4 años, para continuar su charla exactamente
en el punto donde la dejó.
Una
anécdota familiar, un chiste rápido y de repente sin previo aviso deja caer la
primera bomba de los 15 minutos. A penas te deja pensar o recapitular, estas
relajándote con la segunda anécdota y nuevamente tu mente vuelve a ser
bombardeada, son conceptos sencillos, tan sencillos que te asustas de no
haberlos pensado tú antes. Todas sus conclusiones generan duda, pero a la vez
inspiración, mucha inspiración.
No soy un experto en el tema, pero creo que estamos ante un
gran orador. De este modo, Sir Ken Robinson, se marcha de la sala entre
aplausos, mientras sus ideas y conclusiones, quedan instauradas en cada una de
las mentes del público, y en las de los cientos de miles, que veremos la
conferencia años más tarde, en casa, una tarde de sábado, junto a nuestra taza
de café.
En esta
ocasión no voy a comentar el contenido, me ha impactado tanto, que me siento
totalmente desacreditado para valorarlo.
Hay
algunos puntos que me han calado mucho más. La diferencia de concepto entre
pasar la vida, disfrutando con lo que haces, y pasar la vida, acostumbrándote a
lo que haces, no puede dejar a nadie indiferente. Ni tan siquiera a los que se
encuentren en el primer grupo.
Para
terminar solo quiero realizar una pequeña reseña, este fin de semana, leyendo
el manual de escritura técnica, para la asignatura de habilidades de la
comunicación, en el capítulo 1, he estado aprendiendo reglas válidas a la hora
de escribir, ya sea un documento, una columna o un libro.
La
primera regla, es que hay que centrarse en una idea, ni dos ni tres, solo una.
Y que todo vaya encaminado a esa única idea que quedamos contar. Puede haber
mensajes y detalles secundarios, pero solo si ayudan a explicar la principal.
Pues
bien, la idea principal de Sir Ken Robinson, en esta intervención de 2010 es:
cada día, en todas partes, los hijos extienden sus sueños bajo los pies de sus
padres, por eso los padres deben pisar suavemente. Todos y cada uno de los 15
minutos, están encaminados a explicar esta idea.
¡Hasta
la siguiente entrada!
Hola José Luis. Me ha gustado tu reflexión y coincido totalmente con ella, además de compartir tu admiración por Sir Ken Robinson, al que sigo desde hace muchos años.
ResponderEliminar¡Ánimo con el Blog!
Sólo 2 puntualizaciones:
1º) En la época en que los políticos han llegado donde lo han hecho, al subsuelo o inframundo, poner "Compañeros y Compañeras" - como si no valiese ya con el primero - me recuerda dolorosamente a ellos. Por favor, no lo uses.
2º) Voy a mirar en mi blog cómo se hacen comentarios, porque para hacer comentarios en el tuyo hay que pinchar en SIN COMENTARIOS; supongo que ahora habrá que pinchar en "1 COMENTARIO" cuando se publique el mío.
Tienes razón, sonaba bastante mal, y por otro lado lo último a lo que querria recordarte con mi blog, es a un político. ¡Corregido!.
ResponderEliminarPor otro lado, tienes razón, a la hora de comentar tener que pinchar en sin comentarios es algo confuso. Le echare un vistazo a ver que puedo hacer con ello.
Gracias por comentar compañero Jaime.